Este parece es un año intenso, en el plano editorial, para el bueno de Stan Sakai.  Planeta DeAgostini ha decidido apostar fuerte por la obra del creador de Usaji Yojimbo, y en lo que va de 2014 ya han llegado a las librerías tres novedades con su firma: el excelente tomo ‘Una ciudad llamada Infierno‘, dentro de la colección regular del conejo samurái’; ‘47 Ronin‘, una nueva versión de la leyenda japonesa, con guión de Mike Richardson, y el que aquí nos ocupa, ‘Usagi Yojimbo: Yokai‘. Planeta también anuncia para este año la edición de ‘The Sakai Project‘, el homenaje los compañeros de profesión a los 30 años de Usagi Yojimbo; una obra creada originalmente para recaudar fondos para la familia Sakai, que atraviesa momentos difíciles.

Usagi Yojimbo: Yokai‘ (Planeta DeAgostini) también surgió para celebrar un aniversario, en este caso los 25 años del conejo samurái. Para la ocasión, Sakai decidió entregar a sus seguidores una historia especial, en la que no solo se encargaría del guión, el dibujo y la rotulación, sino también del color, algo totalmente novedoso para una serie que siempre había discurrido en un primoroso blanco y negro. Hasta el momento, las únicas muestras de color que los aficionados habían podido ver por mano del dibujante eran algunas de las portadas de los tomos recopilatorios.

Como los más avezados en cultura japonesa ya habrán deducido, en esta aventura, el conejo ronin se las ve con los distintos entes paranormales («yokai») de la rica tradición nipona. Usagi, perdido en un bosque en plena noche de los espíritus, es suplicado por una misteriosa mujer para que rescate a su hija de las garras de estos seres. En esta tarea contará con la ayuda de Sasuke, el cazador de demonios, uno de los secundarios habituales en las historias del samurái de largas orejas.

En ‘Usagi Yojimbo’  suelen distinguirse varios tipos de historietas que se van alternando. Hay arcos argumentales que discurren a lo largo de varios capítulos, y que se compaginan con pequeñas historias cerradas de corte costumbrista, reflexivo o, quizás las más queridas por Sakai, sobrenatural.   ‘Usagi Yojimbo: Yokai’ no deja de ser una de estas breves aventuras fantásticas alargada a lo largo de setenta páginas. Realmente, hay poco más desarrollo argumental que en estas, ya que la mayor extensión aquí es fruto de una narración en pocas viñetas por página, e incluso bastantes ‘splash page’ y páginas doble, que buscan resaltar el trabajo a color. Este el  «regalo», por así decirlo, de Sakai a sus fieles lectores.

El resultado es un tebeo con un argumento bastante sencillo, aunque no renuncia al característico sesgo de madurez habitual de Usagi Yojimbo, en el que prima el aspecto gráfico. Sakai saca sus acuarelas para demostrar que es un autor total, capaz de abordar con maestría cualquier aspecto de la creación de un cómic, desde la rotulación al color. Lo hace con llamativas acuarelas, que imprimen gran fuerza a los dibujos. El propio Sakai explica en una entrevista al final de tomo que sus influencias en cuanto al color vienen sobre todo de Europa, y cita como un referente el ‘Blacksad‘ del español Juanjo Guarnido.

Pese a su sencillez, ‘Usagi Yojimbo: Yokai’ es una novela gráfica que gustará a los seguidores más acérrimos de la serie original, por la oportunidad de ver la creación de Sakai de una manera diferente. Queda sin embargo la sensación de que Sakai desaprovecha la ocasión para desarrollar una historia más elaborada y profunda.